Si lo que buscas es sumergirte en la cultura marroquí, una manera especial de hacerlo es alojarte en un Riad. La palabra Riad en árabe significa jardín.

Perdidos en el interior de la medina, entre estrechas y sombrías callejuelas, se encuentran estás maravillas arquitectónicas, rodeados de estuco y zellige. La mayoría cuentan con un patio interior rodeado de plantas que refrescan el caluroso ambiente.
Confortables y exóticos, se encuentra la paz necesaria para desconectar del exterior trás un largo día de compras en los bulliciosos zocos. Se agradece un baño en la piscina tomando un whisky marroquí (té a la menta) escuchando el Adhan (llamada a la oración).

Alojarse en un Riad es sentirse como en un cuento de las mil y una noches, es una experiencia magnifica que no debería perderse ningún viajero.

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