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Entre las aldeas remotas de las montañas del Atlas en Marruecos se encuentra el pueblo aislado de Imilchil. La vida es dura para las tribus bereberes que viven allí.
Sin embargo, cada mes de septiembre, los habitantes de las aldeas vecinas hacen el viaje a Imilchil para celebrar el festival de Imilchil, también conocido como romance de septiembre, festival de las bodas o Moussem de Imilchil.
Cuenta la leyenda que un hombre y una mujer a los que les fue prohibido por sus familias casarse, lloraron hasta la muerte. Sus lágrimas formaron los lagos de Issly ( el del hombre) y Tisslit (él de ella), cerca de Imilchil. Así fueron las familias, que establecieron el aniversario de la muerte de los amantes como un día en el que los miembros de diferentes tribus podían casarse entre sí. Y así, nació el Festival de los matrimonios Imilchil.
El pueblo se convierte en un festival en el que las y los jovenes solteros vienen de todas las aldeas remotas para encontrar su pareja ideal. En la celebración abunda la comida, las muestras de música y baile y preciosos trajes típicos de gran colorido.
Los hombres se visten con su traje tradicional completo con puñales de plata, las chicas llevan vestidos modestos pero muy bordados y bonitas joyas, tanto como las familias pueden pagar. Si una pareja se encuentra y deciden casarse, las familias se reunen para hacer los arreglos en la tienda del escriba.
Más tarde, los recién casados parten hacia sus aldeas, donde tendrán lugar las celebraciones en las próximas semanas.

El matrimonio en Marruecos es un evento festivo que se celebra por todo lo alto. Según la tradición musulmana el matrimonio se realiza en varias etapas, aunque las nuevas generaciones están en pleno proceso de europerizarse, también desean conservar algunas de sus costumbres.
La primera fase comienza con los esponsales, llamada la kehtba. El padre y la madre del novio van a pedir la mano de la joven a los suegros. Cuando llegan a un acuerdo, como la dote, la elección de los proveedores, el presupuesto,la fecha, los regalos de boda, etc, comienzan a preparar la ceremonia. Los preparativos pueden durar varios meses, hay que encontrar el mejor restaurante, los mejores vestidos, etc. Padres, madres, hermanos no dudan en echar una mano.
Durante los preparativos se celebra la ceremonia del al kaghel es una fiesta donde solo los familiares más cercanos participan. Allí se sella el acto del matrimonio. El Adoul es el que redacta el certificado de matrimonio donde los conyuges deben firmar.
La importancia de seguir una cultura tan arraigada a la tradición, pero sobre todo el tener tantos puntos en común con culturas diferentes lo hacen un evento rico y variado.

Iznik, la antigua Nicea, situada al nordeste de Turquía se convirtió en el centro cerámico turco por excelencia dedicado a la producción de azulejos y mesas de lujo para la ornamentación de mezquitas, palacios y mausuleos.
Entre los diseños fascinantes y vistosos de los azulejos predominaba la ornamentación floral, tulipanes, clavelinas , jacintos etc, turquesas, rojos, verdes, rosados, esmeraldas y púrpuras, vivos colores no conocidos en aquel momento en Europa.
Los alfareros de Iznik empezaron a desarrollar las tradicionales composiciones florales con las que tapizaban los altos muros de los aposentos con el fin de crear la ilusión óptica de un jardín interior. La producción se comercializo con éxito y conoció su máximo esplendor en el mercado europeo en el siglo XVI, donde marco tendencias entre las producciones de Padua , Venecia y Nevers (Francia)
Los ricos pudientes de Francia , Italia, Alemania, Austria e Inglaterra encargaron sus servicios de mesa a los alfareros turcos. Platos, mosaicos, fragmentos de paredes de estancias y mezquitas… son una maravillosa muestra de la tradición de esta tierra.

La tanjia es el plato tipico de Marrakech, es un plato sencillo de elaborar que solo lo cocinan hombres. Su cocción es muy lenta, debe cocer durante horas entre cenizas calientes que proceden del horno de leña, que calienta los Hammams tradicionales que se encuentran en cada barrio de la Medina. Para los Marrakchis la Tanjia no es un plato de fiesta, es un plato de amistad que se prepara habitualmente cuando se reunen para hablar entre ellos y contarse sus confidencias. La Tanjia es un plato que representa toda la esencia de Marrakech, dulce, picante, exotica, refinada… si tienes la oportunidad de probar este manjar, ¡¡te chuparás los dedos!!

Si vas a viajar a Marrakech no te olvides de visitar el famoso Café des Epices se encuentra en una plaza que le da su nombre.En el corazón de la medina y en los zocos de Marrakech encontramos este oasis para relajarnos y descansar tomándonos un delicioso té a la menta, también ofrece una selección de bebidas frías, ensaladas, sandwiches y hasta deliciosos tajines. Desde su terraza se aprecia la plaza Jemaa el Fna, sus gentes,sus comercios, el colorido y el jolgorio de los vendedores. Famosa es su brillante puesta de sol, y sus hermosas vistas del Atlas. El Café des Epices harán de tu viaje una experiencia única e inolvidable.

Si vais a visitar Marrakech, no os podeis ir de la ciudad sin admirar los jardines de Majorelle, situado en el barrio de Gueliz.
El jardín pertenecía a Jacques Majorelle, un pintor francés que se traslado a vivir a Marruecos para curarse de una enfermedad e inspirarse en sus paisajes. El pintor falleció tras una larga enfermedad y fue adquirido por el famoso diseñador Yves Saint Laurent. Reformaron el jardín y el resultado es una colección impresionante de cactus, bambú, bungavillas… y otras especies traídas de los cinco continentes.
En el pequeño museo hay un color que predomina entre la exuberante vegetación,es el color llamado “azul majorelle”
En su visita se pueden apreciar dibujos y varias piezas de la colección particular del diseñador.
Un pequeño paraíso, un lugar autentico. No dejes pasar la ocasión!!

Habia una vez una bailarina que con sus músicos, había llegado a la corte del príncipe de Birkaska. Admirada en la corte, bailó ante el príncipe al compás de la flauta y el laud, bailó la danza de las llamas, la danza de los sables y de las estrellas, y por último la danza de las flores al viento. Se detuvo ante el trono del príncipe y dobló su cuerpo ante el, el príncipe la llamo para que se acercara y le dijo; -Hermosa mujer, hija de la gracia y del encanto ¿desde cuando practicas tu arte? ¿cómo transmites la esencia de los elementos con tus ritmos y canciones?- La bailarina, inclinándose ante el príncipe, le respondió; -noble majestad, desconozco la respuesta a tus preguntas, solo puedo decirte esto:
El alma del filosofo habita en su cabeza, el alma del poeta en su corazón, pero el alma de la bailarina! vibra en todo su cuerpo!

Los proverbios reflejan el pensamiento, la sabiduría y el modo de vida de los árabes.
Estos antiguos proverbios árabes se sigue usando en los textos escritos y en el discurso oral tanto en Oriente como en Occidente.
El proverbios que os dejamos a continuación es de origen árabe pero se ha adaptado a nuestra forma de expresarnos.
Esperamos que os guste.