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Habia una vez una bailarina que con sus músicos, había llegado a la corte del príncipe de Birkaska. Admirada en la corte, bailó ante el príncipe al compás de la flauta y el laud, bailó la danza de las llamas, la danza de los sables y de las estrellas, y por último la danza de las flores al viento. Se detuvo ante el trono del príncipe y dobló su cuerpo ante el, el príncipe la llamo para que se acercara y le dijo; -Hermosa mujer, hija de la gracia y del encanto ¿desde cuando practicas tu arte? ¿cómo transmites la esencia de los elementos con tus ritmos y canciones?- La bailarina, inclinándose ante el príncipe, le respondió; -noble majestad, desconozco la respuesta a tus preguntas, solo puedo decirte esto:
El alma del filosofo habita en su cabeza, el alma del poeta en su corazón, pero el alma de la bailarina! vibra en todo su cuerpo!

La belleza árabe es cada vez más apreciada por la moda y las tendencias de belleza europeas. Los cosméticos árabes hechos a base de arcilla y aceite de argán se han hecho muy populares gracias a sus aromas y a sus propiedades purificantes, hidratantes y emolientes, que aportan un aspecto agradable y sensual. De ahí que grandes marcas de belleza hayan empezado a incorporarlos en sus componentes. La ropa árabe es también muy apreciada. Las tiendas de moda más habituales incluyen este tipo de prendas de tejidos anchos y ligeros con estampados coloridos y elegantes, telas confortables de gran calidad. Muchas de ellas las exportamos directamente de la India para nuestro consumo. El exotismo hindu siempre ha resultado atrayente gracias su lejanía, su sensualidad y su misterio. Ahora, gracias a la convivencia y al interés por la belleza árabe, conocemos muchas de las ventajas de sus productos de belleza, obtenidos a través de una larga tradición. En concreto, el aceite de argán se obtiene de un árbol conocido como “el árbol de la vida”, cuyo fruto posee un aspecto parecido al de una nuez. Lo curioso de este árbol es que solo puede crecer en climas desérticos. Su fruto es recolectado, secado y prensado por mujeres para la posterior elaboración de cosméticos árabes, que son ideales para combatir el acné y prevenir enfermedades de la piel. Su elaboración es artesanal y costosa